La Relación entre la Porosidad y la Saturación de Agua
por M. Crotti, E. Cabello y S. Illiano (Última modificación - 22 de septiembre de 2000)
La Porosidad es uno de los parámetros fundamentales para la evaluación de todo reservorio. También es uno de los parámetros más simples y conceptualmente mejor definidos del medio poroso1. Por estas características, cuando se dice que una roca tiene un 20.2 % de porosidad, todos creemos tener en claro el significado de la expresión. Sin embargo en la definición de porosidad existen algunos supuestos tan básicos que no suelen analizarse en la práctica. En esta categoría entra la definición de Espacio Poral y Matriz Rocosa. Existe un acuerdo general en que el Volumen Poral a considerar, para la evaluación del reservorio, no debe incluir aquellos poros que no están conectados con los canales principales del sistema. A nivel de mediciones clásicas de laboratorio se habla de una "porosidad efectiva" (asociada a la red de poros interconectados) y una porosidad total (que incluye también los poros "aislados" de la red interconectada).
A nivel de laboratorio, la diferencia se cuantifica haciendo dos mediciones consecutivas sobre el mismo medio poroso:
- Sobre la roca consolidada. Donde los poros no conectados se evalúan como formando parte de la matriz porosa y no del VP.
- Sobre la misma roca luego de desagregarla por procesos mecánicos, de modo que todos los poros quedan expuestos y accesibles para su invasión con el fluido de medición.
La diferencia en el volumen de la matriz rocosa se atribuye a la generación de nuevos espacios porales conectados con el exterior, en la segunda de las operaciones. La anterior es una descripción conceptual de la metodología clásica para evaluar la porosidad total y la porosidad efectiva del medio poroso. En la práctica, en nuestros reservorios (mayoritariamente areniscas), esta diferencia suele ser pequeña (inferior a una unidad de porosidad).
Sin embargo en todo el desarrollo previo se dio por sentado que existen dos volúmenes perfectamente definidos en toda roca: el Volumen Poral (VP) y el Volumen de Granos (VG). Se acepta que algunos poros no estén conectados y, por lo tanto, con algunas herramientas se los incluya dentro del VG del sistema, pero no existen dudas de que son poros, como se pone de manifiesto al desagregar la muestra.
De hecho, las herramientas de resonancia magnética popularizaron otro uso del término "Porosidad Efectiva". Conforme con esta nueva definición se elimina de la porosida "efectiva" el volumen de agua "inmóvil" (ligada a la estructura de la matriz porosa).
Esta situación presenta aspectos teóricos y aspectos prácticos. Desde el punto de vista teórico se acepta que algunas capas moleculares de agua integran la estructura de algunas arcillas2. En estos casos puede afirmarse que el volumen de agua involucrado en estas capas forma parte del VG. También existen minerales (tales como el yeso), que incorporan moléculas de agua en su estructura cristalina.
En base a lo expuesto, para unificar criterios y definiciones, algunas mediciones de Laboratorio sobre coronas se emplean básicamente para "calibrar" los resultados de las mediciones de Perfilaje. Genéricamente este es el caso de la Porosidad, Densidad de Granos y Saturación de Agua (Particularmente Swirr, para el cálculo de reservas).
Sin embargo, en la práctica existen diferentes metodologías para efectuar las mediciones de Laboratorio. Las mediciones básicas (Porosidad, densidad de granos y permeabilidad al gas) se realizan regularmente sobre muestras "limpias" y "secas". Por otra parte las mediciones o ensayos especiales pueden realizarse sobre muestras "limpias y secas" o sobre muestras "nativas" (que conservan los fluidos originales, al comienzo de la medición).
La discusión crítica de este artículo se centra en la equivalencia entre las diferentes clases de mediciones (en laboratorio y en la etapa de perfilaje) y en la integración de la información básica con la derivada de estudios especiales. Para establecer una base adecuada de comparación es necesario destacar que la porosidad nunca se emplea como dato independiente para cálculos de reservorios. En el cálculo de reservas, el objetivo del reservorista es el volumen de hidrocarburos del sistema, pero como este es un dato no medible en forma directa, se lo obtiene regularmente como la diferencia entre el total de espacio poral disponible y el espacio poral ocupado con agua.
Volumen de Hidrocarburos = Volumen de Roca x Porosidad x (1 - Saturación de Agua)
De este modo, la medición de porosidad lleva aparejada (siempre) una medición de saturación de agua, para que el dato sea usable en la evaluación de la reserva de hidrocarburos. Podemos plantear, entonces, diversos escenarios, que se corresponden con la práctica regular.
Análisis Comparativo.
Supongamos que estamos evaluando el contenido de hidrocarburos en un trozo de roca arcilloso, de 100 cm3 de volumen total. La metodología más simple y precisa de laboratorio, para esta medición, se basa en el empleo de un equipo de extracción continua (Dean-Stark). En esta medición la roca se coloca en un equipo donde se mantiene tolueno en ebullición (110 °C), que se recicla por condensación en un refrigerante. En el camino de retorno del fluido condensado se coloca una trampa que acumula toda el agua co-destilada junto con el tolueno. El tolueno reciclado gotea sobre la roca eliminando, por lavado miscible, la fase orgánica retenida inicialmente en el medio poroso. Cuando el sistema deja de recoger agua en la trampa se asume que el lavado de la roca es completo. A continuación la roca se seca llevándola a peso constante.
Supongamos que durante el ensayo se recogieron los siguientes datos:
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